lunes, 26 de noviembre de 2012

UN POETA EN UNA DISCOTECA. ESPECIAL 5000 VISITAS



   Acercarse a una chica que baila con una amiga, que se dé la vuelta y decir:
            - ¿Cómo lo has hecho?
            - Cómo he hecho el qué – Pregunta desconcertada
            - ¿Cómo has hecho para que te dejen entrar en la discoteca con esas dos estrellas? - Decirlo mirándola a los ojos y escuchar:
            - ¡Oh!, pobrecillo... – Que se dé la vuelta y siga bailando con su amiga, eso... eso es ser un poeta en una discoteca.

 ***
   Contornearte, que no bailar, hasta un grupo de chicas que hay cerca de la barra, con una copa en una mano y un hielo en la otra. Mirar a una de ellas, hacer un gesto para que mire lo que estás a punto de hacer, tirar el hielo al suelo, pisarlo, romperlo y decir:
            - Bueno, ya hemos roto el hielo, ¿y ahora qué, bailamos?
  Que sonría, que baile contigo y que cuando vea tu habilidad para hacerlo, se ría aún más y acabe por largarse con las amigas, eso... eso es ser un poeta en una discoteca.

 ***
   Llegar todo preocupado a una chica que baila en el centro de la pista y preguntarle que si está bien:
            - Perdona... ¿estás bien?
            - Si, por qué lo dices
            - ¿Seguro?, están la mitad de las personas de la sala de baile mirándote preocupados, ¿seguro no te hiciste daño?
            - Claro que no – dice mirando alrededor.
            - ¿No te hiciste daño al caer? – Insistes
            - ¿Al caer?
            - Claro, al caer del cielo... ángel. – Sonreír, presenciar una bonita cara de sorpresa y no comerte un colín... eso, es ser un poeta en una discoteca.

 ***
   Basado en hechos reales y bueno, eso no ha sido todo. Ha habido alguna que otra ocasión en la que he hecho de este tipo de idiota. Sea como sea, si vuestro objetivo es conocer a una chica, ya tenéis unos cuantos consejos sobre qué no hacer.

   Gracias por las visitas, cada una ha sido como un latido.

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